domingo, 4 de marzo de 2012

TEATRO


Grecia es la cuna del teatro y de la literatura en general. Esto es algo que aprendemos desde el colegio con Homero. Pero esta última temporada Atenas me lo recuerda día a día convertida en un escenario de diferentes episodios políticos, revueltas, manifestaciones… Un retablo de escenas de todo tipo y color: ejecutivos atareados atascados en las calles de una ciudad con huelga de transportes pitando a diestro y siniestro, personas de distinta raza y condición revolviendo y buscando en los cubos de basura, drogadictos y mendigos pidiendo en las paradas  de autobús inexistentes tras haber sido quemadas en los últimos episodios de violencia, locales vacíos de tiendas que cierran y cuyo escaparate lo domina un “se alquila”… Pero también cosas de índole menos triste: grupos de amigos tomando café y cerveza en las plazas, amables tenderos en panaderías y tiendas de la ciudad dispuestos a regalarte un panecillo de más cuando se acerca la hora del cierre, nuevos escaparates a la espera de la nueva primavera que se resiste por llegar…Época de cambio vertiginoso que es difícil de asimilar en la rutina del día a día.

Un dato muy interesante y desconocido para mucha gente es que Atenas es la capital europea con mayor densidad de teatros por kilómetro cuadrado. Y se trata de espacios elásticos de todo tipo y tamaño que acogen una muy amplia variedad dramática: desde las obras contemporáneas europeas traducidas y  adaptadas al griego hasta el teatro clásico griego como por ejemplo el mítico Edipo de Sófocles. Además, cuando un niño griego les diga a sus padres “quiero ser artista de mayor” será esta rama dramática la escogida en un noventa por ciento de los casos. 

El griego es además espectador de teatro, va al teatro y se siente orgulloso por ello. Yo he tenido la suerte de asistir a numerosas representaciones y, el pasado fin de semana sin ir más lejos fui a tres obras. La primera era una adaptación de una obra del autor catalán Esteve Soler llamada “Contra la Democracia” y se trataba de una serie de escenas que reflexionaban en torno al título. Perfectamente traducido al griego moderno, el joven equipo teatral que lo llevó a escena eligió una enorme boca roja comiéndose al Partenón como imagen del cartel…

La segunda obra que vi era una obra amateur de una joven en un pequeño teatro en Gasi, zona de marcha de Atenas que concentra bares, cafeterías y teatros en un paisaje industrial como testimonio de anterior condición de suburbio. Desde que llega el metro allí (estación de Keramikós) todos los fines de semana se llena de gente joven por las noches.

El domingo asistí a un teatro contemporáneo de autor griego asimismo interpretado por actores conocidos en un teatro precioso llamado Teatro del Arte (“Tejnis”) que está en un pasadizo (“stoá”) que concentra eventos literarios, cafeterías y librerías llamado pasadizo del libro(“stoá tou Bibliou”). Está en pleno centro urbano y conecta la calle Panepistimíu con Stadíu. A pesar de las manifestaciones convocadas para dicho día, el teatro estaba lleno, lo cual me provocó un gran alivio al pensar que la cultura permanece y no todo los griegos están dispuestos a destruir el patrimonio cultural del centro de su capital con la excusa de la lucha contra la Crisis.
Teatro Tejnis - escenario


Teatro Tejnis - el final



 Teatro Tejnis - "foyer"



Teatro Tejnis - Entrada


Teatro Tejnis - Entrada2


Teatro Tejnis - interior


Teatro Tejnis - interior2


"Contra la Democracia"

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