El domingo por la mañana me levanto y, tras varios días de
lluvia y frío (porque eso de que en Atenas no hace frío es mentira), sale el
sol. Ese sol maravillosamente potente del Ática que te llena de energía
positiva y te hace olvidar por un momento todos tus problemas. Sabiendo que
después de comer se acaba el sol, me visto y me echo a la calle. Los domingos
mi barrio está bastante vacío. Apenas unos cuantos inmigrantes caminan por la
calle y otros cuantos coches circulan hacia el corazón del centro: Síntagma y alrededores. Decido
tomar ese mismo rumbo y, en veinte
minutos llego a Monastiráki. Si bien
mi paseo comenzaba como un domingo tranquilo, al llegar a la plaza corroboro
que no soy la única que ha tenido la
idea de salir a tomar el sol. Desde Monastiráki
hasta Síntagma un montón de gente
pasea, se sienta a tomar un café, mira escaparates (a pesar de que el comercio
esté cerrado) Y es que, si bien la crisis puede no permitir a los griegos un
gran nivel de consumo, pasear y atontarse mirando gente y la ciudad un soleado
domingo sigue siendo gratis e impagable.
Me compro yo también un café capuccino para llevar y
un kulúri
(rosquillas de pan tiernas por dentro, un poco dulces y rebozadas con
sésamo) y paseo mi aperitivo. Cuando me he llenado de desayuno y me he saturado
de imágenes y ruido decido volver a casa. De repente me apetece subir por la
calle Athinás y después Patissíon pasando por Omónia. Y no puedo dejar de pasar por Omónia sin comprar yogures frescos en
uno de los mejores establecimientos del centro de la ciudad: Stáni.
Situado en una de las más problemáticas plazas (mezcla de inmigración, ruido,
pillos de todo tipo por el día y drogadicción por la noche), deleita al
visitante con los mejores yogures de Atenas así como dulces y productos
derivados de la leche.
Grecia es conocida
por todos por sus yogures. Y es que aquí la palabra yogur, como el café, cobra
dimensiones impensables. Desde yogures “concentrados” y muy grasos pero
deliciosos hasta el típico yogur español dispone de un gran abanico de yogures
y lácteos de vaca, de oveja y de cabra. Últimamente he observado en un
establecimiento cerca de mi casa (en la
Avenida Alexándras) hasta lácteos de
búfala.
En Stáni el mejor
yogur es el de oveja seguido por el de vaca. Y no solo lo digo yo, que he
probado ya muchos tipos y marcas, sino todas las revistas “gourmet” del país. Yogures
frescos con una capa de grasa fantástica en la superficie que sabe a nata
ligeramente ácida y que se comen sin necesidad de nada más; si acaso un buen
trozo de pan de pueblo a modo de cena.
Entro, compro mis queridos yogures y vuelvo a casa. Para mí,
la simple visita a Stani me alienta a pasar por Omónia ya que, no es tan peligroso como muchos griegos creen y
muchas veces te encuentras con imágenes surrealistas como la del domingo: una
fachada de un centro comercial cubierta por un gigantesco cartel que escribe “Grecia
te quiero” sobre la bandera de la nación y la el nombre del que escribió tal
sentencia debajo; un famoso poeta del país. Ánimo y espíritu patrióticos en
tiempos de crisis. Afortunadamente el azul del cielo y el de la bandera del
cartel gozaban de una armonía inigualable. Y como Omónia significa armonía…
buena coincidencia.
Y para terminar con mi declaración de amor al yogur griego,
escribo una receta a continuación que lleva dicho ingrediente y la puede hacer
cualquiera fácilmente en casa. Yo la aprendí en una taberna que trabajé durante
una temporada en las faldas de la Acrópolis y es una de mis ensaladas favoritas
culinaria y estéticamente hablando.
ENSALADA DE REMOLACHA
Y YOGUR:
INGREDIENTES:
400gr. de remolacha cocida
1 manzana mediana (de la variedad que más os guste)
1 puñado de nueces
Aceite de oliva, pimienta y sal
200gr. de yogur griego (del que también se encuentra en
España y es muy denso y cremoso)
Unas hojas de lechuga para servir la mezcla de la ensalada.
PROCEDIMIENTO:
1.
Cortar la remolacha en dados así como la manzana
(ésta rociada con zumo de limón para que no se oxide). Picar en pedacitos
medianos las nueces y añadir a la manzana y la remolacha. Reservar.
2.
mezclar en un bol el yogur, una cucharada y
media o dos de aceite de oliva, sal y pimienta.
3.
Mezclar esta salsa con la mezcla anterior y
servir sobre un nido de hojas de lechuga picada rociada con un poco de zumo de limón y sal.
TIPS
A mí me gusta mucho con manzanas Granny Smith, verdes,
porque tienen una acidez que combina a la perfección con la dulzura de la
remolacha.
También si se desea se puede añadir a la salsa de yogur un
poco de perejil picado o eneldo.
Es una ensalada completa, sana y refrescante que se puede
hacer todo el año.
El Cartel de "Stáni" a la antigua!
El interior
Poema dulce I
El mejor yogur del mundo!
Poema dulce II
Escaparate de "Stáni" anunciando sus "Lucumádes"